Desde el pasado mes de agosto se vienen desarrollando diferentes trabajos arqueológicos en el Conjunto Monumental de la Fortaleza de la Mota. En este año 2019 las intervenciones se han centrado en el la zona oeste de la meseta amurallada del cerro de la Mota, en concreto en las inmediaciones del tramo de Muralla de la Puerta Nueva.

Estos trabajos se enmarcan dentro de los actuaciones complementarios que se están llevando a cabo en el marco del proyecto de restauración y consolidación de la Muralla de la Puerta Nueva, que se realizan dentro del Programa del 1,5% cultural del Ministerio de Fomento.

La primera de las intervenciones se ha centrado en la realización de varios sondeos en la zona intramuros, con el objetivo de definir la presencia de estructuras arqueológicas  anexas al propio lienzo de muralla, para poder recabar información de la trama urbana en este sector, de cara a la ejecución del proyecto de restauración.

Para el desarrollo de los trabajos, se ha contado con la participación de los voluntarios del Campo Internacional de Voluntariado “Fortaleza de la Mota”. Un año más, y van veintidós ediciones, , en la primera quincena del mes de agosto,  los voluntarios se han acercado a conocer el mundo de la arqueología y han participado de forma activa en la campaña de excavación arqueológica en el entorno de la muralla oeste, en el tramo que transcurre entre la Torre de la Cárcel real y la Puerta Nueva.

Los trabajos de campo se han centrado en la localización y excavación de una zona de viviendas situada entre la propia muralla y una de las calles que discurre de forma paralela al eje de la muralla, y que viene a articular la trama urbana de esta zona de la ciudad amurallada.

Así los trabajos se han centrado en la excavación de una zona de bodegas. esta se encontraba semiexcavada en la propia roca madre del cerro. su interior se encontraba colmatado con materiales de relleno, depositados en el proceso continuado de abandono de la parte alta del cerro a partir del s. XIX. se han localizado diferentes oquedades utilizadas para el apoyo de los elementos de almacenaje (tinajas), de las que tan solo han sido recuperados fragmentos parciales. la excepción es la documentación in si tu de un fragmento correspondiente a la parte baja de una tinaja.

Junto a estos elementos se ha podido documentar diferentes estructuras y niveles de ocupación, asociados probablemente al proceso de fabricación y almacenamiento del vino. en concreto se trata de varios aljibes de forma cuadrangular, que aparecen enlucidos con mortero de cal.

Además de los diferentes restos estructurales exhumados, se han podido recuperar numerosos fragmentos aislados de restos óseos tanto de procedencia animal como humana, varios elementos de metal y vidrio, que vendrán, una vez analizados, a aportar información sobre los modos y pautas de vida de los habitantes de la antigua ciudad amurallada, al tiempo que facilitará los trabajos de recuperación del tramo de muralla.

Desde el punto de vista cronológico, se podría hablar de un horizonte temporal que iría desde finales del s. XVI hasta el s. XVIII, con la posibilidad de alguna reutilización posterior del espacio. Será a partir del estudio en profundidad de los fragmentos cerámicos, de su tipologías y usos, junto al estudio de las fuentes documentales que se conservan en el Archivo Municipal de Alcalá la Real, cuando se podrá definir con más exactitud la secuencia de ocupación de este sector de la Fortaleza de la Mota