Se erige en la parte alta de la ciudad intramuros. Construida durante más de un siglo (1517-1627), en su interior se pueden conocer los vestigios de las diferentes culturas que han poblado el cerro desde la Prehistoria.
Su arquitectura representa uno de los ejemplos más singulares del Renacimiento de la provincia de Jaén, en ella se combinan el gótico tardío y plateresco de la zona de los pies con el manierismo y el clasicismo final del cuerpo central y la cabecera.
Destacan elementos como la escalera ensogada de acceso al coro alto, las gárgolas alegóricas y figurativas del exterior, y la torre del campanario.